tag:blogger.com,1999:blog-1825090184346303842024-03-12T21:00:59.978-07:00La sombra del recuerdoEver es una chica de doce años que de pronto se ve obligada a cambiar por completo su vida debido a un evento desafortunado, lo que le causa graves problemas emocionales, sin embargo con ayuda de las personas que la rodean va aprendiendo sobre su mundo y sobre ella misma y va superando sus penas.Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.comBlogger8125tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-1634363636458228162013-09-16T16:29:00.000-07:002013-09-16T16:29:49.566-07:00Capítulo 7: La hermana desaparecida<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="numeros">
<br /></div>
<div class="texto">
<o:p> </o:p>Me senté en el suelo junto a las demás y charlamos un rato, me
sentía extrañamente relajada en su compañía, quizás el cansancio mental que
tenía era a causa de la frustración inspirada por enfrentarme al mundo de
nuevo, pero sentía que me había quitado un peso de encima con mi visita.</div>
<div class="texto">
—Corrígeme si me equivoco, pero esa sonrisa estaba relacionada
con Damian ¿no?—Anneka me sacó de mis pensamientos, me miraba sonriendo con
interés</div>
<div class="texto">
—¿Por qué lo dices?—pensó su respuesta un momento</div>
<div class="texto">
—Bueno… Es que cuando estás con él eres diferente, me refiero a
que pareces más honesta—la miré extrañada, no recordaba haber sido honesta con
él en ningún momento a excepción de la visita al cementerio. Semine aclaró.</div>
<div class="texto">
—Se refiere a tus emociones, normalmente escondes lo que estas
sintiendo, pero con él muestras tu enfado y tu tristeza—no pude negar que fuera
cierto, pero no era por el motivo que estaban insinuando.</div>
<div class="texto">
—Eso es porque es idiota—dije refunfuñando. No pudieron evitar
reír al verme la cara.</div>
<div class="texto">
Gradualmente las risas pararon y las tres guardaron silencio con
una cara pensativa, Anneka volvió a hablar.</div>
<div class="texto">
—La verdad, es que te estábamos esperando—la miré algo extrañada</div>
<div class="texto">
—¿A mí? ¿Por qué?</div>
<div class="texto">
—¿Recuerdas lo que pasó hace unos días con mi hermana?—la verdad
es que lo había olvidado por completo, pero asentí. Anneka me sonrió, pero su
alegría se mostró algo débil—me sentía mal por dejarte un poco de lado, así que
creo que debería contarte un poco. No le respondí, me limité a escuchar su
historia en silencio</div>
<div class="texto">
>>Yo vivía en las afueras, en una casa pequeña y ruinosa,
mi madre nos cuidaba a mí y a mi hermana, que era tan solo un bebé, mi padre
era un borracho y maltrataba a mi madre a menudo, cuando él llegaba yo corría a
esconderme y escuchaba como le gritaba a mi madre. </div>
<div class="texto">
Un día cuando regresó, yo fui al cuarto donde estaba mi hermana,
mi madre la había dejado en el suelo sobre una pequeña alfombra, ese día
recuerdo los gritos peor de lo habitual, me asusté y vi la ventana abierta.
Aunque tenía solo 4 años, ideé rápidamente una forma de salir de allí, supongo
que sería el miedo, escuché como se acercaba a la habitación, así que le puse
el pestillo a la puerta y puse delante todo lo que pude mover, oía a mi madre
gritando a mi padre para que no se acercara a la habitación.</div>
<div class="texto">
Tiré hacia afuera todas
las almohadas y mantas que encontré para sacar a mi hermana de allí, luego me
colgué una mochila en la espalda y puse a mi hermana sobre una sábana, la cerré
como un saco y con cuidado la bajé por la ventana, ella empezó a llorar y yo
salí por la ventana, afortunadamente nuestra casa era muy baja para que pudiera
lastimarme, metí una de las mantas en la mochila, levanté a mi hermana y caminé
hacia mi triciclo lo más rápido que pude, puse a mi hermana en la cesta y me
subí. Cuando empecé a pedalear escuché a mi padre gritarme, me había
descubierto. Empecé a pedalear hacia la carretera, mi madre me gritó que me
fuera, que pedaleara más rápido, escuché como intentaba retener a mi padre para
que no nos alcanzara, pero no era capaz de mirar hacia atrás.</div>
<div class="texto">
De repente un grito
desgarrador me hizo pedalear aún más
fuerte. Cuando llegué a la cuidad el
triciclo no aguantó mucho más, cogí a mi hermana de la cesta y la arropé con la
manta de mi mochila, estaba cansada, no daba para más, pero seguí caminando,
sentía que si paraba mi padre nos encontraría, así que seguí, empezó a llover y
por fin paré en una parada de autobús que tenía techo, allí me acurruqué
abrazando a mi hermana. Por allí pasó María y nos acogió. Poco después mi padre
fue juzgado y condenado a la cárcel por maltrato y asesinato.</div>
<div class="texto">
<br /></div>
<div class="texto">
Me quedé totalmente en blanco al oír su historia. Miraba al
suelo mientras sus palabras resonaban en mi cabeza e imaginaba su
desesperación. La habitación estaba en silencio, levanté la vista y me encontré
con una sonrisa algo triste de Anneka.</div>
<div class="texto">
—A partir de ese momento decidí cuidar de mi hermana, y prometí
darle una vida mejor, con un hogar cálido y feliz.—suspiró y bajó la mirada—Sin
embargo eso pronto se volvió una obsesión y fui demasiado sobreprotectora con
ella. Karen era una niña adorable, por lo que varias parejas se interesaron en
ella durante el tiempo que estuvo aquí, sin embargo yo no permití que se la
llevara cualquiera. Siempre me aseguraba de hablar con las parejas y asegurarme
de que le ofrecerían una vida feliz, si no me convencían no permitía que se la
llevaran.—levantó la cabeza y sonrió al vacío recordando su pasado—Ella no
tardó en descubrirlo, se enfadó mucho cuando supo de que la razón de que
ninguno se la hubiera llevado era yo. Por ese entonces ella estaba algo molesta
porque me había vuelto muy cercana a Britta y la había dejado un poco de lado.
Tuvimos una pelea, ella me gritó y dijo que la dejara en paz, que no quería
verme más—rió—aunque no me tomé muy en serio las palabras de una niña de cuatro
años. Ese día había tenido una entrevista con una pareja, con la cual fui a
hablar después, pero Karen me vió y quiso escuchar la conversación. Fue ahí
cuando nuestra relación se rompió. Vi su partida relativamente tranquila,
porque sus nuevos padres me parecían perfectos para ella y habían prometido
darle una vida feliz, además me dijeron que podía visitarla cuando
quisiera.—suspiró de nuevo—Ese año fui a visitarla en navidad, pero no quiso
dirigirme la palabra, ni siquiera me miró. Intenté ir varias veces más, pero se
encerraba en su cuarto y no había forma de sacarla. Terminé rindiéndome, decidí
esperar a que ella quisiera buscarme, pero hasta ahora eso no ha sucedido.—me
sonrió de nuevo para suavisar la situación—Ella ahora tiene once años, y se la
llevaron cuando tenía cuatro.</div>
<div class="texto">
La escuché atentamente hasta el final, pero seguía sin saber
cuál era el punto de contarme todo eso.</div>
<div class="texto">
—Yo… lo siento mucho, no tenía ni idea—Anneka rió esta vez con
la vitalidad de siempre</div>
<div class="texto">
—No importa, algún día reconquistaré a mi hermanita—luego me
miró algo más seria—la verdad es que quería pedirte un favor, pero antes tenías
que saber todo esto.—la miré fijamente y escuché su petición—Quiero que
investigues a Damian—me sentí algo confundida.</div>
<div class="texto">
—¿Qué? ¿Por qué?</div>
<div class="texto">
—Verás. Él llegó aquí poco después de que Karen llegara por fin
a casa con claros signos de haber sido secuestrada, además se está escondiendo
por alguna razón, lo que quiere decir que hizo algo malo. No me parece una
coincidencia, creo que Damian tiene algo que ver con este incidente.—pensé sus
palabras, su teoría tenía cierto sentido.</div>
<div class="texto">
—¿Entonces me pide que averigüe si tuvo algo que ver?—asintió</div>
<div class="texto">
—No tienes que interrogarlo, sólo decirme cualquier cosa que te
parezca sospechosa—en ese momento recordé la mochila, claramente era de una
chica, y por lo que decía la nota la había dejado en algún lugar donde podría
haberla puesto en peligro. Experimenté un dilema al no saber si contarle lo de
la mochila o no, me parecía sospechoso, pero si él la había secuestrado me parecía
contradictorio que la ayudara.—¿No se te ocurre nada?</div>
<div class="texto">
—La verdad es que no habla mucho…</div>
<div class="texto">
—Ya veo… entonces habrá que esperar—me sonrió una última vez y
se despidió diciendo que era muy tarde. Britta también se levantó y se despidió
con la mano antes de cerrar la puerta.</div>
<div class="texto">
Una vez que Semine y yo nos fuimos a la cama y la habitación
quedó a oscuras intenté cerrar los ojos para descansar un poco, pero tenía
mucho que pensar, y seguramente tendría que atender un asunto esa noche.
Después de un rato escuché la voz de Semine</div>
<div class="texto">
—¿Te hemos quitado el sueño?—me sorprendí de que me descubriera,
ya que no me había movido</div>
<div class="texto">
—Lo siento, ¿estoy haciendo ruido?—bostezó</div>
<div class="texto">
—En realidad no, es solo que tu respiración es diferente cuando
estás metida en tus pensamientos</div>
<div class="texto">
—¿En serio? ¿Pero cómo es posible que puedas notarlo?—escuché a
Semine incorporarse en la cama y vi sus pies colgando desde la cama de arriba</div>
<div class="texto">
—Porque duermo en la misma habitación que tú todas las noches y
se cuando estas durmiendo y cuando no.—tenía sentido tomando en cuenta el oído
tan agudo que tenía, pero me sentí espiada en aquel momento—Bueno, pero ya que
estamos, cuéntame que es lo que te inquieta</div>
<div class="texto">
—No es que me inquiete… Simplemente estaba pensando en el
contraste que hay entre la personalidad de Anneka y lo que ha vivido—no era del
todo cierto, pero no podía contarle sobre la mochila.</div>
<div class="texto">
—La verdad es que lo único que le importaba era proteger a su
hermana de cualquier cosa que pudiera hacerla infeliz, nunca le contó sobre sus
padres, sobre el juicio o sobre cómo llegaron al orfanato. Aunque preguntó ella
siempre respondió con evasivas, eso ayudó a que su relación terminara así.</div>
<div class="texto">
—Pero solo fue una pelea de niños ¿no? ¿Por qué no lo sigue
intentando? ¿No pensará que Anneka se ha rendido?</div>
<div class="texto">
—Bueno, siguió visitándola hasta que ella cumplió seis años,
luego la llamaba por teléfono, pero nunca quería contestar, aún así Anneka se
comunica con sus padres a menudo para preguntar cómo está, fue así como se
enteró de su desaparición—Semine balanceaba sus pies desde arriba y hablaba
dulcemente, por alguna razón eso me ayudaba a reflexionar, hacía que me
sumergiera en sus palabras.</div>
<div class="texto">
—¿Cómo fue juzgado el padre de Anneka?</div>
<div class="texto">
—Primero María fue a hacer la denuncia, encontraron el cuerpo de
la madre de Anneka y le preguntaron sobre la vida que había tenido con sus
padres, además también investigaron por su cuenta, con todo eso lograron ir a
juicio y su padre fue condenado a treinta años en prisión por maltatar y luego
asesinar a su madre. Luego se decidió que Anneka y su hermana se quedaran en el
orfanato, ya que no tenían conocimiento de ningún familiar que pudiera
responsabilizarse por ellas—en ese momento recordé que María había mencionado
que debía demostrar la necesidad de Damian de estar en el orfanato, así que lo
que quería era presentar una denuncia, justo como esa vez…</div>
<div class="texto">
—Dime, Anneka y su hermana, ¿se parecen mucho?—Semine rió</div>
<div class="texto">
—Pues… no sabría decirte—me sentí algo estúpida al preguntar</div>
<div class="texto">
—Lo siento, a veces se me olvida—volvió a reír</div>
<div class="texto">
—No importa, de todas formas, en cuanto a personalidad—se calló
de repente y sus pies dejaron de balancearse</div>
<div class="texto">
—¿Qué ocurre?—me mandó a callar</div>
<div class="texto">
—Shh…—me incorporé en la cama lentamente—¿Lo escuchas?—dijo en
un susurro. Presté más atención y pude distinguir pasos en las escaleras, cada
vez más cerca—eso era lo que había estado esperando, no pude evitar que una
sonrisa cruzara mi cara</div>
<div class="texto">
—Te cacé—dije para mí misma. Semine pareció confundida</div>
<div class="texto">
—¿A qué te refieres?—preguntó aún susurrando. Volví a sonreír
intentando aguantar la risa</div>
<div class="texto">
—No sé si bendecir o maldecir ese maravilloso oído tuyo,
Semine—luego me levanté de la cama intentando que rechinara lo menos posible y
sonreí a su cara de confusión antes de salir corriendo.</div>
<div class="texto">
—¿Eh…?</div>
<div class="texto">
Salí al pasillo y me paré justo antes de empezar la escalera de
bajada, me asomé hacia abajo y vi su cabeza, me llevaba dos escaleras ventaja.
Bajé los escalones rápidamente pero sin hacer ruido, de modo que ahora sólo me
llevaba una escalera de ventaja, de vez en cuando se paraba y miraba hacia
atrás, pero la distancia entre los dos y la oscuridad me permitía esconderme y
no ser descubierta, finalmente llegamos a la planta baja, solo me faltaba bajar
la escalera corta que conectaba la planta baja con la entrada. Esperé a que
llegara a la puerta y entonces salté hasta el comienzo de esa última escalera,
lo cual hizo que se girara bruscamente.</div>
<div class="texto">
—Ah, ¿así que solo eras tú?—pareció relajarse y se giró hacia la
puerta de nuevo, intentando abrirla. Lo señalé enérgicamente y fingí estar
enfadada</div>
<div class="texto">
—¡Silencio escoria! he venido a retenerte por tus crímenes—se
giró de nuevo y me miró de arriba abajo</div>
<div class="texto">
—¿Pero qué estás diciendo? ¿Acaso eres sonámbula?—reí y relajé
mi postura. Damian siguió intentando abrir la puerta</div>
<div class="texto">
—Tal vez, pero ahora no—luego bajé hacia donde estaba—está
cerrada, no podrás abrirla.</div>
<div class="texto">
—¿Entonces para qué has venido si no podría salir?—reí de nuevo</div>
<div class="texto">
—Para hacerte una emboscada—se detuvo y luego se giró mirándome
extrañado</div>
<div class="texto">
—¿Pero qué te han hecho? ¿Los pitufos te han dado de su
droga?—intenté no hacer ruido al reír y me encorvé conteniendo mis carcajadas,
no podía negar haber utilizado ese nombre en mis pensamientos para referirme a
los niños del orfanato. </div>
<div class="texto">
—No han sido ellos… De todas formas, ¿por qué sigues aquí si
sabes que está cerrada?—levantó una de sus manos y me mostró algunas herramientas</div>
<div class="texto">
—Porque puedo abrirla—no pude esconder mi sorpresa</div>
<div class="texto">
—¿De verdad? ¡Quiero ver!—me miró como si estuviera loca de
nuevo y suspiró con resignación antes de volver a su labor. Después de un
momento se escuchó un ruido de la cerradura y Damian pudo abrir la puerta,
luego me la señaló con la mano.</div>
<div class="texto">
—¿Contenta?—sonreí aplaudiendo silenciosamente</div>
<div class="texto">
—Sí, ¿y ahora qué?—me miró por un momento</div>
<div class="texto">
—Ahora me voy—me dio la espalda y levantó una mochila negra del
suelo que no había visto antes para colgársela en el hombro. Cambié mi
expresión, esta era la razón por la que había venido. Cerré de nuevo dando un
portazo.</div>
<div class="texto">
—Esa si es tu cara, me estabas asustando—dijo riendo mientras me
miraba.</div>
<div class="texto">
—¿Adónde se supone que vas?</div>
<div class="texto">
—¿Tengo que decírtelo?</div>
<div class="texto">
—Está bien, ¿por qué te vas? En primer lugar, ¿no se supone que
te quedaste aquí porque estabas a salvo? ¿Qué sentido tiene que te vayas?—esa
sonrisa que tanto me molestaba volvía a estar en su cara</div>
<div class="texto">
—¿Te estás preocupando por mí?</div>
<div class="texto">
—No me gusta hacer un trabajo mediocre—rió</div>
<div class="texto">
—Me gustas más cuando eres difícil de tratar, es más
divertido—suspiré e intenté sonar más cercana, algo me decía que el asunto era
mucho más grave de lo que supuse al principio.</div>
<div class="texto">
—¿De quién estás huyendo?—desvió la mirada hacia el suelo
frunciendo el ceño. Después de un corto silencio decidió responder.</div>
<div class="texto">
—Mi padre…</div>
<br />
<div class="texto">
Un escalofrío pareció recorrer su cuerpo cuando lo mencionó. Fue
entonces cuando empecé a comprender al chico que tenía delante, y también pude
darme cuenta de la manera en la que el pasado puede pesar sobre nuestra
espalda.</div>
</div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-16218841161536473482013-09-05T15:54:00.000-07:002013-09-05T15:54:14.022-07:00Capítulo 6:Recuerdos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="">
<br /></div>
<div class="">
El cielo pronto se volvió oscuro y llegó la noche. Hacía un rato que había colgado aquella llamada y la lluvia golpeaba mi cabeza, pero no importaba, ya nada era importante ahora.</div>
<div class="">
Caminaba por las calles sin dirección, sin saber qué hacer. Notaba las miradas de la gente por ir sin un paraguas, ni siquiera una capucha, pero no tenía fuerzas para ponérmela. Sin saber cómo, me encontré frente a un semáforo, esperando a cruzar la calle junto con una multitud de gente, al otro lado veía brillar en rojo el semáforo peatonal con la figura de un hombre de pie y debajo unos números amarillos hacían una cuenta regresiva. Fue entonces que me di cuenta de que no tenía porque soportarlo, los coches pasaban rápidamente justo a frente a mí, estaba a un paso de escapar, y tenía aún cuarenta segundos para tomar una decisión.</div>
<div class="">
No tenía sentido quedarme aquí, y nadie se percataría ahora de mi ausencia. Sólo un paso, sólo tenía que dar un paso y todo habría terminado. Miré la calle y vi un coche que venía rápidamente en mi dirección. Respiré hondo y caminé hacia delante, la luminosidad del rojo del semáforo y los faros del coche hacían que me dolieran los ojos, pero sólo duraría unos instantes, sólo un golpe y mi conciencia se perdería para siempre.</div>
<div class="">
El coche estaba a pocos centímetros de mí, cerré los ojos dispuesta a recibirlo, pero justo en ese momento sentí una mano en el hombro que me tiró hacia atrás y me obligó a retroceder. Miré hacia el que lo había hecho. El dueño de aquella mano me miró molesto por un segundo y volvió su vista al frente. </div>
<div style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-width: 3pt; border-style: none none dotted; padding: 0cm 0cm 1pt;">
<div class="" style="border: none; padding: 0cm;">
Menos de un segundo después la luz roja pasó a ser verde y empezaron a escucharse pitidos provenientes del semáforo. Miré fijamente al coche hasta que lo perdí de vista, mi oportunidad se había ido. Ahora sólo podía caminar junto a aquella masa de gente sin nombre.</div>
<div class="" style="border: none; padding: 0cm;">
<br /></div>
<div class="" style="border: none; padding: 0cm;">
<br /></div>
</div>
<div class="">
Abrí los ojos y me incorporé de la cama con la calma que te proporciona una tristeza profunda. Semine seguiría durmiendo por unos minutos más, me acerqué a la ventana y observé el exterior, mis pensamientos estaban dirigidos a aquel chico que me salvó hacía ya un año. De entre todas las personas que me rodeaban en ese momento, aquel chico de mirada obstinada, con el rostro parcialmente escondido bajo un paraguas negro, fue el único que se percató de mi presencia. </div>
<div class="">
Miré hacia donde Semine dormía plácidamente y una sonrisa triste apareció en mi rostro. Mis sentimientos no eran distintos a los de ese momento, me habían salvado, pero no podía estar agradecida por ello. ¿Realmente valía la pena salvarle la vida a alguien que no quería vivir?</div>
<div class="">
El reloj encima de la mesa empezó a sonar indicando que era hora de levantarse, presioné el botón que había sobre él y se hizo el silencio de nuevo. Semine respiró hondo y abrió ligeramente los ojos mientras se estiraba. La observé apoyada en la pared, aún me preguntaba por qué lo hacía.</div>
<div class="">
—Buenos días—me dijo con los ojos ya totalmente abiertos y con una sonrisa.</div>
<div class="">
—¿Por qué lo haces?—pregunté sin dejar de mirarla, ladeó la cabeza ligeramente sentada en su cama.</div>
<div class="">
—¿Qué cosa?</div>
<div class="">
—Abrir los ojos, no te da ninguna ventaja ¿o sí?—bajó la mirada sonriendo con cierta nostalgia.</div>
<div class="">
—Es una historia algo complicada…—por supuesto eso no me resolvió ninguna duda, pero decidí no presionar. Bajó de la cama y me sonrió como solía hacerlo— Hoy es un día especial ¿no?</div>
<div class="">
Miré el calendario colgado en la pared, alguien había marcado el día de hoy, dos de octubre con un círculo.</div>
<div class="">
—Depende de lo que quieras recordar…—pretendió no darse cuenta de mi estado de ánimo y rió</div>
<div class="">
—Obviamente quiero recordar los momentos felices.—me separé de la pared y ambas nos cambiamos de ropa. Terminé antes que ella y me dirigí a la puerta para salir, Semine habló justo después de que la abriera—La habitación de Damian es la que está arriba—suspiré—aunque finjas que se te olvida, me asegurare de que cumplas con tu trabajo—sonrió—porque mi trabajo es ese—la miré algo confundida y repetí sus palabras para asegurarme de que había escuchado bien</div>
<div class="">
—Así que…Tu trabajo es asegurarte de que yo hago mi trabajo</div>
<div class="">
—Exacto</div>
<div class="">
—¿No es eso un poco…?—suspiré de nuevo—No importa—terminé de abrir la puerta y salí, escuché a Semine gritar a mis espaldas antes de cerrar la puerta</div>
<div class="">
—¡La habitación de arriba!</div>
<div class="">
Subí las escaleras con intención de cumplir mi "deber", sin embargo a mitad de camino el deber se cruzó conmigo y puso cara de malhumorado al verme.</div>
<div class="">
—¿También vienes a recogerme por la mañana?—le respondí sin emoción alguna en la voz</div>
<div class="">
—Es inútil preguntar cosas que puedes deducir tú mismo—me miró algo extrañado, me di la vuelta y empecé a bajar las escaleras—Vamos.</div>
<div class="">
Llegamos al comedor y nos pusimos en la cola. Mis pensamientos giraban en torno a la última tarde que pase con mi familia, no había sido muy buena, pero supongo que en los recuerdos cada pequeño momento se vuelve un tesoro cuando sabes que no podrá repetirse. Habíamos tenido una pelea, yo la había iniciado, ya no recuerdo por qué estaba molesta, le gritaba a mis padres, ellos respondían molestos pero intentando que yo entrara en razón, al final cogí mis llaves y salí corriendo de la casa echa una furia. Caminé hasta llegar a un pequeño parque y me senté en un columpio, era tarde, por lo que ya no había niños jugando. Luego incluso usé unas pocas monedas que había en mis bolsillos para coger un autobús y llegué al centro de la cuidad. Cuando sentí que quería volver me senté en una plaza, exhausta, fue entonces que mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo, indicando el comienzo del desastre.</div>
<div class="">
Sentí que alguien me estaba mirando y levanté la vista, Damian me observaba con curiosidad, le devolví una mirada fría, y nos quedamos así unos instantes, su expresión era cada vez más extraña, sabía que me pasaba algo, pero no se atrevía a preguntar. Volví la mirada al frente, sin interés.</div>
<div class="">
Finalmente llegamos a servirnos el desayuno y fuimos a una mesa que seguía libre. No intercambiamos ni una palabra, y durante las seis horas de clases ocurrió lo mismo. Entre los cambios de clase varias personas se habían acercado a preguntar qué me pasaba, pero respondía con un simple "nada" y volvían a su sitio, con cada persona que pasaba Damian se irritaba más, pero no se quejó ni una vez. Al salir de la última clase pareció acordarse de algo importante.</div>
<div class="">
—Necesito ir a un sitio—suspiré </div>
<div class="">
—Vamos entonces—subimos las escaleras y llegamos a la azotea, no entendí por qué sería tan importante ir allí, donde no había nada. Al abrir la puerta se dirigió a un rincón en el que nadie se le hubiera ocurrido mirar y se paró en seco frente a él, luego dirigió la vista hacia el resto de la azotea. Respiré hondo para sacar la voz de nuevo a través del nudo de mi garganta</div>
<div class="">
—¿Qué buscas?—miró otra vez al rincón algo confundido</div>
<div class="">
—Cuando llegué la dejé aquí…—me resultaba extraño verlo preocupado por algo</div>
<div class="">
—Tal vez uno de ellos se lo llevó al verlo extraviado, lo que sea que hayas dejado allí—mi voz cada vez se volvía más ronca al hablar y se iba desvaneciendo en el aire. Damian fue al lado opuesto del rincón y se dejó caer al suelo dando un golpe en la valla con su espalda, estaba de malhumor por haber tenido a toda esa gente rondando nuestro sitio todo el día, pero también se veía abatido, habría perdido algo importante—Ojalá estuvieras así todo el tiempo…—dije pensando en voz alta mientras miraba el cielo, las nubes se deslizaban suavemente sobre el azul y se juntaban estimulando la imaginación a formar figuras. Aquel chico malhumorado fijó por primera vez sus oscuros ojos en mí sin intención de despertar mi rabia</div>
<div class="">
—¿Qué te pasa hoy?—sonreí con tristeza y giré mi cabeza hacia él</div>
<div class="">
—¿Quieres saberlo? Hoy se cumple un año desde que me convertí en una asesina…—su expresión no cambió en absoluto</div>
<div class="">
—Ah… ¿Tan malo es?—me pregunté qué clase de vida había llevado para decirlo tan tranquilo</div>
<div class="">
—Lo que buscas… puede estar en la caja de objetos perdidos—subió la cabeza con interés y se levantó de un salto</div>
<div class="">
—¿Dónde es eso?—lo miré un poco extrañada con el cambio repentino</div>
<div class="">
—En la oficina de la directora—se desanimó un poco al oírlo, eso sí podía entenderlo.</div>
<div class="">
Fuimos al despacho de María y tocamos la puerta, al entrar nos recibió con una sonrisa y retiró las gafas de su nariz para ponerlas sobre el escritorio</div>
<div class="">
—¡Ah! Sabía que vendrías—dijo dirigiéndose a Damian.</div>
<div class="">
—¿Entonces sí lo tiene?—María rió.</div>
<div class="">
—Sí, esta justo aquí—puso una mochila morada decorada con llaveros en un lado libre del escritorio. Miré alternativamente la mochila y el chico que tenía al lado</div>
<div class="">
—¿Era eso?—dije enarcando una ceja.</div>
<div class="">
—¡No es mío!—se defendió al instante.</div>
<div class="">
—Ah, ya…— dije aún mirándolo extrañada. María rió a carcajadas con la escena y defendió las palabras de mi compañero.</div>
<div class="">
—Es cierto que no es suya, sólo la trajo aquí.— señaló las sillas frente al escritorio. Se dirigió a Damian.—Sé que quieres solucionar esto rápido, no tengo problema.—Lo miró algo más seria— Esa chica estuvo aquí hace mucho tiempo, pero eso ya lo has descubierto tú solo ¿verdad?—el chico frunció el ceño y bajó la vista dándole la razón. El tono de María se volvió más maternal—Damian, puedo mantenerte aquí, pero tienes que contarme tu situación, tengo que demostrar que necesitas estar en este sitio, pero si no me dices no puedo hacer nada, ¿lo entiendes no?—lo observé con atención, por su expresión cuando María dijo su nombre, y por la forma en que siguió mirando el suelo pude entender que no estaba muy acostumbrado a recibir palabras amables. María suspiró y miró un reloj colgado en la pared—ya hablaremos más tarde, por ahora soluciona esto.</div>
<div class="">
Ambos nos levantamos de la silla para salir, Damian aún tenía una expresión mezcla de culpa y tristeza. Fui a la puerta con un Damian pensativo caminando detrás. Me disponía a girar el pomo para abrirla cuando María habló de nuevo con un tono alegre</div>
<div class="">
—¡Ah! Feliz cumpleaños, por cierto—dijo con una sonrisa en su cara, las gafas habían vuelto a su nariz</div>
<div class="">
<br /></div>
<div class="">
—Gracias…</div>
<div class="">
—Gracias…—ambos nos miramos a la cara. María soltó una carcajada</div>
<div class="">
—Lo decís hasta de la misma forma, parecéis gemelos de verdad—a ninguno de los dos nos gustó mucho la idea, él no me despertaba mucha empatía, y al parecer era recíproco. Rió una última vez y nos dejó salir de su despacho. Ambos dimos un bufido al mismo tiempo y nos miramos de nuevo esta vez con una mezcla de asco y confusión, me molestaba, pero me di cuenta de que no lo hacía a propósito. Respiré hondo y caminé hacia la salida.</div>
<div class="">
—Necesito una caja—Damian se limitaba a decir las palabras justas, lo cual agradecía, ya que apenas tenía fuerzas para murmurar una respuestas</div>
<div class="">
—Vamos entonces…—repetí. Bajamos las escaleras hasta llegar a la planta baja y fuimos al almacén. Allí había un montón de cosas amontonadas, algunas necesitaban reparación, otras estaban muy viejas para usarse. A un lado había un montón de cajas de todos los tamaños apiladas que solían guardarse para el uso de cualquiera. Le señalé las cajas—elige una—me miró y fue a mirarlas, escogió una en la que cabía la mochila y la cerró.</div>
<div class="">
—Ya—dijo poniendo la caja debajo del brazo, cada vez parecía más nervioso, me pregunté que le pasaría para ponerse así.</div>
<div class="">
Saliendo del almacén nos encontramos a Britta y Anneka entrando al gimnasio, Anneka me saludó con la mano y luego nos miró extrañada.</div>
<div class="">
—¿Hoy no venís?—luego miró la caja que tenía bajo el brazo—¿Qué es eso?—Damian la ignoró completamente</div>
<div class="">
—Ah, no podemos hoy. Hasta luego— Damian caminó hacia adelante más rápido que antes y yo lo seguí. Pronto llegamos hasta la puerta principal, no había nadie vigilando la salida, así que simplemente abrí la puerta y salimos fuera, respiré el aire exterior y me di cuenta de que era la primera vez que pisaba la calle en un año.</div>
<div class="">
—¿Dónde hay una oficina de correos?—me encogí de hombros, no tenía la más mínima idea</div>
<div class="">
—Podrías haber preguntado antes…—propuse caminar por la misma calle hasta encontrar una o simplemente preguntar a alguien. Por el camino nos detuvimos a comprar algunos sellos postales, al parecer Damian tenía dinero, de origen desconocido para mí. </div>
<div class="">
Desde que habíamos salido había visto dos cosas que me habían chocado, Damian hacía que yo hablara con la gente por él y me daba dinero para comprar las cosas, mientras él se iba a un lugar apartado e intentaba esconder su cara disimuladamente, supuse que estaría metido en un buen problema si se veía obligado a ser tan escurridizo. </div>
<div class="">
La segunda cosa, quizás lo que despertó cierto sentimiento de frustración, fueron las personas con las que me cruzaba. Me había acostumbrado al orfanato, a la alegría de sus habitantes y a su mirada de felicidad, pero aquí fuera era distinto. Muchos tenían una mirada de cansancio, indiferencia y conformidad, su tono de voz era mucho más monótono, y fingir un estado de ánimo que no tenías era lo que casi todos hacían. No podía parar de pensar qué podría haber pasado para que hubiera este ambiente, pero después lo recordé, no había cambiado nada, yo había olvidado cómo era realmente, dentro de la burbuja del orfanato. No pude evitar preguntarme si realmente estaba bien ser tan feliz y luego encontrarse con esto.</div>
<div class="">
Finalmente llegamos hasta una oficina de correo. Cogimos un número y nos sentamos a esperar nuestro turno. Damian sacó del bolsillo de la chaqueta un trozo de papel y un bolígrafo y escribió una nota que después metió en la caja, luego me pidió la etiqueta que me había pedido comprar en la papelería y la pegó en la caja después de anotar algunos datos. Esta vez cuando llegó nuestro turno él se encargó de hablar en la taquilla mientras yo lo esperaba sentada. Me extrañó que no hubiera ningún nombre, la etiqueta ponía una dirección y un código postal y la nota sólo decía "Cuida mejor de tus cosas, te delatan".</div>
<div class="">
Al salir de la oficina de correos caminamos en dirección al orfanato, de vuelta a la burbuja de felicidad. Nos topamos con un paso peatonal y paramos a esperar que el semáforo cambiara a verde, perdida en mis pensamientos, dirigí la mirada hacia el nombre de la calle y el corazón me dio un vuelco.</div>
<div class="">
—¿Te importa… si vamos a otro sitio antes de regresar?— dije mirando hacia la derecha la calle perpendicular a la que estábamos.</div>
<div class="">
Damian me siguió, por esa calle y nos fuimos alejando de las casas, hasta llegar a un camino de tierra amarillenta, más adelante se podían ver cipreses detrás de un muro blanco. Llegamos hasta una gran reja, seguía abierta.</div>
<div class="">
Todo este tiempo había sabido dónde estaban enterrados, pero no había ido desde el entierro, Damian me miraba algo incómodo.</div>
<div class="">
—Sé que no es un lugar muy agradable, pero tenía que venir.</div>
<div class="">
Caminamos hasta encontrar los nombres que buscaba, no pude evitar que se formara un nudo en mi garganta, se me revolvió el estómago y las piernas me fallaban, por lo que caí al suelo de rodillas al borde del llanto. Respiré hondo para intentar controlarme y pasé una mano por la tumba cubierta de hojas.</div>
<div class="">
—Lo siento…—susurré a duras penas. Hasta ese momento no sabía verdaderamente cuánto los echaba de menos. Intenté tragarme el nudo que apresaba mi garganta y me levanté nuevamente, Damian me miraba sin saber qué hacer, le hablé aún mirando hacia abajo—Me preguntaste qué pasaba—señalé con la mano el lugar donde yacían los restos de mi familia—supongo que ya has visto la fecha, pero hace un año que están allí, la vida me dio un bonito regalo de cumpleaños, el último, justo al empezar el día, a las doce…—Miré a Damian de reojo y me sorprendió su expresión, estaba paralizado mirando la fecha</div>
<div class="">
—¿Qué pasó?—me agaché de nuevo y retiré algunas hojas de la tumba</div>
<div class="">
—Un accidente… Un camionero conducía en sentido contrario y mi padre iba hablando por teléfono… Conmigo…—no pude evitar sonreír con cierta ironía al recordar ese momento—no recuerdo ni por qué discutíamos, pero en medio de un frase se cortó la llamada…Pensé que me había colgado, pero la llamada que llegó después no era suya…—El rostro de Damian mostraba un montón de sentimientos a la vez, en aquel momento lo confundí con lástima, pero aquello era algo más, mucho más complejo.</div>
<div class="">
—¿Un… camionero borracho… en la autopista…?—me levanté de nuevo y lo miré a la cara, no se veía muy bien, miraba fijamente la tumba.</div>
<div class="">
—Sí, eso fue lo que me dijeron… Pero no mencioné la autopista, ni que estaba borracho—dije con un ligero tono de acusación, él sabía algo, ignoró la segunda parte y me miró</div>
<div class="">
—¿Lo que te… dijeron? ¿No lo viste por ti misma?—reí con desprecio</div>
<div class="">
—¿Por qué iba a querer ver a un pobre desgraciado tan drogado que ni siquiera recordaba lo que había hecho?—miró hacia abajo, se veía mal, por lo que decidí volver al orfanato, tiré de la manga de Damian y lo arrastré hacia la salida porque no parecía reaccionar, levantó ligeramente la cabeza hacia mí, lo miré por encima del hombro—No tiene sentido que sigamos hablando de esto.</div>
<div class="">
—Lo siento mucho, yo…—apenas alcancé a oír sus palabras</div>
<div class="">
—¿Qué?—volvió a bajar la cabeza</div>
<div class="">
—Nada…</div>
<div class="">
Durante el camino de vuelta mantuvo la cabeza agachada, perdido en sus pensamientos, sin decir una palabra, siendo arrastrado por mí, que aún sujetaba la manga de su chaqueta. Pensé en soltarlo varias veces, pero parecía estar sufriendo, por lo que lo llevé hasta llegar a la puerta del orfanato. Tal como lo recordaba, el ambiente dentro era totalmente distinto, no había ruidos, pero el silencio, interrumpido por alguna risa de los niños, era pacífico, no penetrante. Respiré, en cierto modo aliviada, por alguna razón sentía como si me hubieran quitado un gran peso de encima, Damian seguía igual, le solté la manga y me puse delante de él, levantó ligeramente la cabeza.</div>
<div class="">
—¿He interrumpido un pensamiento eh?—me miró más relajado, algo de su frialdad había vuelto a su rostro</div>
<div class="">
—Hasta mañana—dijo, como si me estuviera evitando y caminó hacia las escaleras</div>
<div class="">
—Pero si todavía es—cuando me giré ya se había ido—temprano…—no pude evitar sonreír ligeramente. </div>
<div class="">
Fui también a mi habitación, la verdad es que estaba cansada, allí me topé con Semine, Anneka y Britta sentadas en el suelo en círculo, acababan de ducharse, por lo que tenían el cabello húmedo. Al entrar Anneka y Britta me miraron algo extrañadas.</div>
<div class="">
—Estás… ¿Sonriendo? Tal vez son alucinaciones mías…—Semine levantó la cabeza al escuchar a Anneka</div>
<div class="">
—¿En serio?—no pude evitar reír</div>
<div class="">
—Ni que fuera la primera vez…—Las tres me miraron con interés</div>
<div class="">
—Bueno, es que esta vez es… de verdad—esta vez interrumpió Semine</div>
<div class="">
—¿Qué ha pasado?—desvié la mirada</div>
<div class="">
—Supongo que he descubierto algo bastante interesante…</div>
<div class="">
Estaba cansada de vivir, pero decidí quedarme… sólo un poco más. Había encontrado algo con lo que entretenerme por un tiempo. </div>
</div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-86732740814079947092013-07-19T02:42:00.000-07:002013-07-19T02:42:05.313-07:00Capítulo 4: Demonios internos<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">De pronto no
sabia dónde estaba, pero hacía mucho frío. Al levantar la cabeza me encontré en
un gran bosque blanco arrodillada en medio de un camino de tierra.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Me levanté
lentamente y escuché una risa a mis espaldas. Una figura encogida debajo de una
capa se dirigió a mí <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué ocurre?
¿Estás perdida? ¿Quieres que busquemos a tus padres?— soltó otra vez una risa
aguda un tanto irritante— oh, cierto, ya no están…—volvió a hablar con un tono
más suave— ¿sabes por qué? ¿lo sabes?—rió nuevamente y se levantó— ¡Yo los
maté! Oh, ¿acaso estás llorando? A pesar de que tienes tanta culpa como yo…—me
llevé la mano a la mejilla y sentí algo húmedo ¿de verdad estaba llorando?, me
miré las manos para comprobarlo, pero no eran lágrimas, estaban manchadas de un
líquido rojo oscuro. Miré hacia donde estaba la chica con los ojos húmedos,
pero había desaparecido. Después de un rato escuché su irritante risa a mis
espaldas—¿me buscabas?<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Al oír su voz
algo se apoderó de mí y me abalancé sobre ella, pero retrocedió y caí de
rodillas al suelo mientras la veía sonreír.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¡Qué gran idea!
Juguemos un rato— rió una vez más y corrió mientras yo la perseguía <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Sus pasos eran
tan ligeros y rápidos que parecía que flotaba y la capa se movía con el viento,
empecé a tirarle todo lo que encontraba, pero siempre lo esquivaba riendo. El
camino terminaba en un claro rodeado de árboles. La chica se giró hacia mí
riendo y yo me abalancé sobre ella de nuevo, cayendo dentro de ese claro, que
resultó ser una sala de espejos. Escuché su irritante risa a mis espaldas de
nuevo<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Uy, si sigues
así vas a hacerte daño…— la ira se apoderó de mi y me giré hacia ella, pero ya
no estaba<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">La escuché reír
de nuevo y volví a girarme, se movía rápido, una y otra vez intenté atraparla,
pero al llegar ya estaba en otro lugar, escuchaba su risa cada vez más fuerte y
mi rabia aumentaba cada segundo hasta que no pude controlarme en absoluto y me
lancé sobre ella, pero la piedra de mi mano chocó con el espejo que tenía
delante. La capa se había caído de su cabeza y ella se encontraba en lugar de
mi reflejo mirándome fijamente a los ojos mientras sonreía con burla, retrocedí
un paso, aquella chica era yo, pero su mirada era distinta en cierto modo. Caí
al suelo una vez más y bajé la cabeza, temblando. Sentí que me abrazaba desde
atrás<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué ocurre?
¿Ahora te das cuenta de lo que has hecho? ¿O es que te has dado cuenta de algo
peor?—me abrazó aún más fuerte y me susurró al oído—No puedes herirme por más que
lo intentes… No puedes regresar los muertos a la vida por más que quieras…<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Al despertar el
corazón me latía más deprisa y sentía aún el miedo y la rabia en el pecho.
Hacía casi un año que sólo era capaz de tener pesadillas relacionadas con esa
noche, pero había sido sin duda la peor de todas. El momento en el que eres
consciente de esa parte de ti que intentas negar e ignorar constantemente es
algo horrible.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="border-bottom: dotted windowtext 3.0pt; border: none; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div align="left" class="Estilo1" style="border: none; padding: 0cm;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Me
levanté lentamente y me estiré, cuando sentí una mirada clavada en mí. Miré
hacia mi izquierda, había un chico de pie de pelo castaño oscuro que me miraba
fijamente. Fui incapaz de moverme mientras centraba su atención en mí, tenía
sentimientos encontrados al verlo, una parte de mí quería salir corriendo y la
otra me decía que me quedara. Me apoyé en la pared, estaba temblando, pero ya
no sabía si era por miedo o por frío. Una media sonrisa cruzó por la cara del
chico mientras me miraba y luego volvió a mirar fijamente la puerta como si
esperara algo. <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Anneka subió las escaleras corriendo seguida de
Britta, tenía un muy mal presentimiento, y eso sólo podía estar relacionado con
una cosa. Llegó al despacho de la directora, quien la saludo alegremente y
luego la miró con preocupación<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué ocurre? Estas sin aliento—la chica habló como
pudo <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—El… teléfono… necesito usar… el teléfono…—se acercó
una mano al pecho mientras respiraba dificultosamente. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Claro, es todo tuyo—la directora se volvió a sentar
en el escritorio lleno de papeles y puso las gafas de nuevo sobre su nariz
mientras los leía. Britta le tendió una botella de agua a Anneka, la cual
aceptó con gusto. Bebió unos cuantos tragos y luego se la devolvió. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Junto a la pared de la entrada, había una mesa
pequeña pero alta que sostenía un teléfono fijo algo viejo pero igualmente
eficiente. Anneka se dirigió a él y marcó a toda velocidad un número que
conocía bien, levantó el auricular y tras un suspiró se lo llevó a la oreja y
esperó a que terminaran los pitidos y alguien contestara al otro lado de la
línea. Después de una espera que le pareció eterna, finalmente se escuchó la
voz de una mujer<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Quién es?—se entristeció un poco al escuchar la
misma voz de siempre, pero no era momento para pensar en eso. Se apresuró a
responder<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Soy yo—La mujer del teléfono habló con una voz más
alegre<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¡Anneka! Karen aún no ha llegado, pero puedo
decirle que llamaste, ¿quieres que le diga algo en concreto?—ese mal
presentimiento seguía creciendo<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿No ha vuelto? ¿No debería estar ya en casa?—se
escuchó un silencio al otro lado de la línea y la mujer habló con un tono más
pensativo<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Ahora que lo dices debería haber vuelto hace una
media hora, la he llamado al móvil, pero seguramente lo tenga en
silencio—volvió al tono alegre de antes—bueno, ya sabes cómo es, seguramente se
ha quedado hablando con sus amigas o se ha distraído con algo, debe estar de
camino<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Supongo que tienes razón…—se escuchó otro silencio
al lado de la línea, esta vez la otra persona habló con un tono más serio<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Estás segura de que no quieres que le diga que has
llamado? Aquello pasó hace mucho, y ella no era consciente de sus
palabras—Anneka la cortó antes de que pudiera seguir<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Gracias, pero no creo que sea buena idea. Llámame
cuando sepas algo, por favor—se escuchó un suspiro al otro lado del teléfono<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—De acuerdo. Cuídate<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Lo mismo digo—después Anneka colgó el auricular sin
retirar la mano de este y se quedó mirando al suelo, sentía que había pasado
algo malo, pero no tenía forma de saberlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="border-bottom: dotted windowtext 3.0pt; border: none; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Se dirigió a los bancos
de la pequeña sala de espera y se dejó caer en uno de ellos pensando en lo que
podía hacer. Britta fue a sentarse junto a ella y la abrazó.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">No dijo una sola palabra, volvió a mirar la puerta
con la cara seria de antes, de pronto esta se abrió y él dio un paso hacia
atrás con cautela. Me pregunté qué era lo que lo tenía tan tenso, no recordaba
haberlo visto nunca, pero si estaba aquí debía ser porque vivía en el orfanato.
Me sorprendí al ver a Semine cruzando la puerta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Estoy aquí—dije, suponiendo que me buscaba. Me
dirigió una sonrisa y caminó hacia donde estaba, sin embargo al pasar al lado
del chico no sólo lo ignoró por completo, sino que su expresión se volvió fría,
hasta ese momento creía incapaz a Semine de poner una expresión así, el chico
volvió a sonreír igual que hace un momento, pero esta vez esa sonrisa iba
dirigida a ella. No pude evitar fruncir el ceño, no me gustaba que la mirara
así.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Semine me cogió de la mano y me llevó hacia la
puerta caminando rápidamente y empezamos a bajar las escaleras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué ocurre?—el pelo negro de mi compañera se mecía
a su espalda mientras bajábamos las escaleras<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Anneka tiene un mal presentimiento, y creo que
tiene algo que ver con ese chico—llegamos al despacho de María, y vi a Anneka y
a Britta sentadas en los bancos de la sala de espera. No entendía nada, ¿un mal presentimiento
sobre qué?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">La imagen alegre e hiperactiva que tenía de Anneka
se contradecía totalmente con la persona que veía ahora, estaba totalmente
derrumbada, el cabello tapaba su cara, pero podía imaginarme cómo estaba.
Britta tenía un brazo abrazándole los hombros y tenía también mala cara.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué te ha dicho?— Anneka negó con la cabeza sin
levantarla y se encogió ligeramente de hombros, su voz era casi un susurro<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Me ha mentido… no lleva media hora de retraso,
lleva una hora entera…—se encogió aún más y escuché cómo intentaba inhalar
profundamente—no saben nada de ella y no contesta…—esta vez sus hombros
empezaron dar pequeños espasmos y su
respiración se volvió entrecortada. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Britta la abrazó más fuerte y Semine le tendió una
mano, ambas caras transmitían una gran preocupación. Viéndolo desde fuera daba
un poco de envidia que pudieran confortarse de esa manera sin necesidad de usar
palabras. Yo sólo pude quedarme de pie viendo aquella escena sin saber qué
podía hacer, no entendía nada, pero por alguna razón yo también tenía ganas de
llorar, no pude evitar salir de la pequeña sala, aquel sentimiento empezaba a
sofocarme. Sin pensarlo salí de allí y corrí hacia mi habitación, donde me
quedé hecha un ovillo en el suelo y las lágrimas empezaron a brotar de mis
ojos, aunque no sabía lo que pasaba, aunque no entendía lo que pasaba, al ver a
Anneka así un sentimiento pesado se apoderó de mi pecho. ¿Por qué?.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">El sol se había
ocultado por completo, las lágrimas habían parado y me senté con la espalda
apoyada en la pared abrazando mis piernas. Semine entró en la habitación
después de un rato e intento convencerme de que bajara a comer, pero rechacé su
propuesta sin mirarla, con tantas cosas desagradables en mi mente no tenía
hambre. <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Durante una hora
estuve contemplando la luna llena a través de la ventana, perdida en mis
pensamientos, ya me había rendido en intentar detenerlos, así que solo los dejé
correr. Gran error.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Semine volvió a
la habitación y me saludó, después se cambió de ropa y subió a la cama de
arriba de la litera. Yo decidí hacer lo mismo, consciente de que no iba a poder
dormir me acosté y cerré los ojos, pero eso fue peor. <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Empecé a dar
vueltas en la cama intentando quedarme dormida, pero mis pensamientos habían
sido removidos por esa pesadilla. Justo cuando había conseguido olvidar el
sentimiento de culpa, mi subconsciente me daba una puñalada por la espalda,
como hacía siempre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Me levanté
lentamente de la litera intentando no hacer ruido, pero la estructura chirriaba
con cada mínimo movimiento. Por fin logré poner los pies en el suelo, me puse
los zapatos y abrí la puerta de la habitación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Adónde vas?—la
voz adormilada de Semine me sobresaltó cuando ponía un pie en el pasillo<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—No puedo
dormir, voy a dar una vuelta—mi compañera de habitación bostezó y volvió a
apoyar la cabeza en la almohada. Ni siquiera se había molestado en abrir los
ojos como hacía siempre, un hábito que tenía a pesar de ser ciega.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Ni tu ni nadie
si te mueves tanto—dijo refiriéndose a la espantosa forma en que chillaba la
madera al moverse. Semine dio media vuelta en su cama y se quedó de espaldas a
mí—puedes ir a la biblioteca, hay buenos libros para matar el tiempo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Iré. Lo siento,
buenas noches…—escuché su respuesta casi en un susurro<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Buenas
noches…—demasiado tarde, pensé<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Salí de la
habitación girando el picaporte lentamente, otra cosa que necesitaba un poco de
aceite. Oí un largo suspiro de Semine a través de la puerta. <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Caminé por los
pasillos como una sonámbula hasta llegar a la biblioteca. Era un lugar pequeño,
pero la decoración era tan elegante como la del despacho de María. Las paredes
estaban cubiertas por unas altas estanterías llenas de libros. Sobre las mesas
había unas lámparas, que no tardé en descubrir eran sólo de adorno, ya que no
tenían bombilla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Sentado en el poyete
de la ventana, con un pie sobre la mesa del fondo estaba el mismo chico de esta
tarde, con la misma actitud vigilante, mirando por la ventana. Giró la cabeza
hacia mí al escuchar la puerta, me encogí ligeramente, algo en mí se revolvía
cuando lo tenía cerca. Fijó su mirada en mí por un momento, ciertamente yo
también lo hubiera hecho si viera una chica paseando por ahí en pijama con una
manta por encima.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—No esperaba
encontrar a nadie—me defendí. El chico no respondió, simplemente volvió a mirar
por la ventana, como si esperase algo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Caminé pasando
al lado de las estanterías mientras miraba por encima el lomo de los libros, la
mayoría eran antiguos, encuadernados de manera vistosa, lo que le daba un toque
mágico a aquel lugar, como si se hubiera detenido el tiempo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Cogí por fin un
libro con la pasta cubierta de tela y letras doradas, no me fijé en el título.
Luego me senté en una silla y lo abrí por una página cualquiera, una imagen de
la lucha entre un ángel y un demonio apareció cubriendo la página entera, había
visto muchas imágenes como esa a lo largo de mi vida. Era la típica imagen de
un {angel pisando a un demonio mientras le clavaba una espada con una mirada
fría, contemplando la agonía del demonio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Realmente nunca
había entendido aquellas imágenes, representando la lucha entre el bien y el
mal, pero contradecía por completo el concepto de aquellas criaturas
supuestamente puras y benevolentes. <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Entre mis
cavilaciones apareció de nuevo la imagen de la chica del espejo, que comenzó a atormentarme de nuevo, la veía
sonreír mientras me restregaba la culpa otra vez en la cara, la escuchaba
reírse de mí. Apreté los puños. A ella deberían atravesarla con una espada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">De pronto sentí
un ligero golpe por detrás de la cabeza<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¡Eh!—escuché
una voz desconocida, el chico estaba de pie a mi lado. Me giré y le respondí de
mal humor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué quieres?—
No se inmutó lo más mínimo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—No estabas
respirando—Me dirigió una mirada fría y se produjo un silencio algo tenso,
finalmente volví a mirar el libro y descubrí que tenía los puños apretados.
Suspiré.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Ah, ¿Sólo eso?
No se puede morir aguantando la respiración—algo pareció hacerle gracia y una
sonrisa asomó en su cara<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Al parecer lo
sabes muy bien—el chico caminó de nuevo a la mesa, le dirigí una mirada de odio
a su espalda. Se asomó a la ventana antes de sentarse y se escondió rápidamente
detrás de la pared, de pronto parecía muy tenso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué pa—me
cortó antes de que pudiera terminar la frase.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Shhh…—se
dirigió al interruptor de la luz y la apagó, me hizo una seña para que no me
moviera y caminó silenciosamente hacia la ventana, asomándose cuidadosamente de
nuevo, como si se escondiera de algo. Lo observé sin comprender, parecía
asustado y la vez lleno de rabia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Empezó a
escucharse una risa desde afuera, era un sonido lejano, pero por alguna razón
me helaba la sangre, esa risa no era de felicidad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">El chico intentó
asomarse un poco, pero inmediatamente ocultó la cabeza de nuevo, justo después
una piedra entró por la ventana, rompiendo el cristal, llegó a mi lado y pude
ver que la piedra tenía una nota atada,” <i>qué
romántico</i>”, pensé con ironía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Después de un
rato el chico se acercó, levantó la piedra y cogió la nota, que leyó con una
mirada fría de nuevo, sin embargo, lo que pude ver a contraluz en el papel hizo
que el corazón se me acelerara. ¿Quién era? ¿De qué estaba huyendo?<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Al terminar de
leer la nota la arrugó y se la metió en el bolsillo, luego se dirigió a la
puerta y empezó a abrirla<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Espera—le
susurré<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Él me miró por
encima del hombro, pero abrió la puerta y salió sin responder nada. Yo me
levanté y lo seguí, me arropé con la manta, pero el frío que sentía en el pecho
no se iba. En el pasillo él se giró hacia mí algo molesto<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué haces?<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Seguirte—me
miró como si estuviera loca<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Por qué?—me
encogí de hombros. Él dio un bufido y siguió caminando<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Estuvimos
recorriendo el orfanato aparentemente sin rumbo, al parecer él sólo quería
saber cómo era el lugar donde estaba, finalmente llegamos al piso más bajo,
donde estaban el almacén, el comedor y los baños. Por todos los sitios donde
pasábamos miraba a los lados como si esperaba encontrar algo<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Si quieres
puedo decirte dónde está lo que buscas—me miró con el ceño fruncido<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Sabes lo que
busco?—me encogí<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—No, pero…—él
relajó su expresión y pareció darse cuenta de algo<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—No importa<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Luego caminó de
vuelta a las escaleras y subimos a la primera planta, se sentó en un escalón de
la escalera que llevaba a la segunda planta y miró el suelo con una expresión
seria, me senté cerca de él y me abracé a mí misma, estaba siendo una noche muy
larga. Escuché su voz de nuevo<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Tú no
duermes?—era extraño la forma en que hablaba. Sus palabras eran amistosas, sin
embargo su voz estaba llena de frialdad<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Hoy no<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Por qué me
sigues?—lo pensé por un momento, él era directo, así que decidí hacer lo mismo<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Para
distraerme—sentía su mirada clavada en
mí<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Ponte a jugar a
algo y déjame en paz—parecía molesto, se levantó y bajó las escaleras. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div align="left" class="Estilo1">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Me quedé sola en
el silencioso pasillo, todo estaba oscuro. Me abracé a mí misma más fuerte,
había descubierto algo interesante: si pensaba en otros no pensaba en mí, por
lo que el tormento disminuía.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-34365262902437456102013-07-19T02:27:00.000-07:002013-07-25T13:04:05.105-07:00Capítulo 5: Aniversario<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="texto">
Esa mañana estaba de un humor pésimo. Había dormido tan solo
unas horas y había sido en una escalera, por lo que me dolía todo el cuerpo.
Pero no era eso lo que me molestaba.</div>
<div class="texto">
De alguna manera, al levantarme el chico que había llegado el
día anterior había empezado a vivir en el orfanato y tenía que estar con él,
María había dicho algo de vigilar, pero no le había prestado mucha atención.
Así que allí estábamos, ambos en clase sin ningún interés, ahora a mi lado en
lugar de Semine estaba aquel chico odioso.</div>
<div class="texto">
Nuestra presentación había dejado claro que ninguno de los dos
estaba de acuerdo, pero yo no estaba de humor para protestar y él no podía
permitírselo. Después de salir del despacho de María me lo había encontrado
sentado en uno de los bancos mirando al suelo como un niño regañado, al
escucharme me había mirado con asco, no pude evitar sonreír</div>
<div class="texto">
—Así que eres Damian</div>
<div class="texto">
—No necesito una niñera</div>
<div class="texto">
—Me llamo Ever, un gusto conocerte—miró hacia otro lado, molesto</div>
<div class="texto">
—No es recíproco</div>
<div class="texto">
—Sólo era una formalidad</div>
<div class="texto">
—Nadie te ha preguntado—por alguna razón verlo tan irritado me
divertía y terminé sonriendo de nuevo</div>
<div class="texto">
—Vamos, tenemos que irnos</div>
<div class="texto">
—No tengo por qué obedecerte—me acerqué a él y lo miré a los
ojos</div>
<div class="texto">
—Sé que estas huyendo de alguien que pasó por aquí ayer y que
has hecho algo, no sé quién era ni qué es lo que has hecho, pero estoy segura
de que si te entrego a la policía te encontrará. No tienes por qué obedecerme,
pero yo no tengo por qué aguantarte—me sonrió de forma extraña y se levantó, le
devolví la sonrisa—buen chico.</div>
<div class="texto">
Después de nuestra primera conversación nos fuimos a clase sin
dirigirnos una palabra, y allí seguíamos, yo miraba por la ventana y él estaba
sentado de cualquier manera en la silla. Así pasaron las seis horas de clase.</div>
<div class="texto">
Esperé que todos salieran antes de levantarme de la silla, cogí
la mochila para ir al comedor, cuando me di cuenta de que Damian se había
quedado dormido. Pensé en despertarlo, pero callado no molestaba y yo tampoco
tenía hambre, así que lo dejé así. Me senté en una de las mesas y volví a mis
pensamientos, incluso dormido Damian tenía cara de malhumorado. </div>
<div class="texto">
Suspiré y cerré los ojos. Comencé a ver mi antigua casa en mis
recuerdos, comencé a acordarme incluso del ambiente que había, tan cálido. Mis
padres se querían y mi hermanito nunca molestaba, siempre estaban todos
alegres, pero dentro de esa familia feliz había un defecto: yo.</div>
<div class="texto">
Abrí los ojos de nuevo y bajé la mirada. Era consciente de que
había tenido una vida que no merecía, y en un arrebato de lógica de la vida lo
había perdido todo, aunque debería haber sido yo la que muriera, seguía aquí.
Pero, ¿qué era la vida sino un puñado de acontecimientos sin sentido?</div>
<div class="texto">
Suspiré, mi mal humor iba en aumento mientras más tiempo sola
pasaba, sinceramente, todo esto era ridículo, toda mi familia muerta, yo
rodeada de un montón de duendecillos de la felicidad, haciendo de niñera del
chico mas irritante que podía haber conocido y aferrándome estúpidamente a una
fantasía… Toda mi vida parecía un chiste de mal gusto. Pero no terminaba ahí.</div>
<div class="texto">
Un sonido a mis espaldas interrumpió mis pensamientos. Britta
había dado unos ligeros golpes en la puerta y me miraba desde la entrada. Me
acerqué adonde estaba y me fijé que llevaba dos envases y cubiertos en la mano,
me los dio sonriendo y miró hacia donde estaba Damian. Aún no manejaba muy bien
el lenguaje de señas, pero por lo que sabía me había dicho algo como “después de
comer lleva los envases a la cocina”.</div>
<div class="texto">
—Gracias—intenté sonreír lo mejor que pude, pero sé que solo
conseguí hacer una mueca extraña. Ella no pudo evitar reír</div>
<div class="texto">
Si te preguntas como ríe un mudo, puedo decir que igual que
cualquier persona, pero sin sonido, solo escuchas el aire pasar por su boca
repetidas veces. Volviendo a los hechos. Britta me dedicó una mirada de
disculpa por eso</div>
<div class="texto">
—No importa, sé que debe ser gracioso—me sonrió una última vez y
volvió al pasillo. Antes de empezar a bajar las escaleras se giró hacia mí de
nuevo “debes venir a las seis a la planta baja, te esperaremos”. Antes de que
pudiera preguntar por qué ya había desaparecido en las escaleras.</div>
<div class="texto">
Me limité a entrar de nuevo en el salón de clases vacío, me
volví a sentar en una mesa cualquiera con los envases en las piernas y los miré
un buen rato antes de decidir si comer o no, al final decidí lo primero, no
tenía ganas de tener a Semine todo el tiempo otra vez obligándome a comer,
ahora que había recuperado algo de peso.</div>
<div class="texto">
Abrí uno de los envases y cogí un par de cubiertos, cuando iba a
empezar a comer sentí un escalofrío en la espalda.</div>
<div class="texto">
Miré hacia donde estaba Damian, me miraba con la cabeza aún
apoyada en la mesa y sus brazos sólo dejaban ver sus ojos</div>
<div class="texto">
—Vas a dejarme algo ¿no?—le tendí el segundo envase de mala
gana. Se levantó y lo cogió mientras me sonreía con burla. Me sacaba de quicio.</div>
<div class="texto">
Comimos en silencio, uno en cada punta de la habitación, pero aun
así era irritante. Damian me miró fijamente durante ese tiempo con esa estúpida
sonrisa en su cara y yo miré por la ventana intentando distraerme.</div>
<div class="texto">
El otoño era algo contradictorio para mí, sobre todo este día.
Una ráfaga de viento hizo que algunas hojas marchitas pasaran por la ventana y
me invadió un sentimiento melancólico. Una de las hojas cayó al suelo y me
levanté a recogerla sin pensarlo demasiado. Al levantarme volví a sentir su
mirada clavada en mí, suspiré, molesta.</div>
<div class="texto">
—¿Qué pasa? ¿Eres de esas personas que acumulan basura?—empezaba
a irritarme demasiado. Lo miré sin expresión alguna en la cara</div>
<div class="texto">
—Métete en tus asuntos—apareció una media sonrisa en su cara y
me miró con interés</div>
<div class="texto">
—Que niñera más rara, ¿no eres tú la que se está metiendo en mis
asuntos?—volví a sentarme en la mesa mirándolo fijamente</div>
<div class="texto">
—No me he metido en tus asuntos, solo hago esto por obligación</div>
<div class="texto">
—¿Y por qué obedecerlo? ¿Quiénes son ellos para ordenarte nada?—
miré hacia otro lado confusa, ¿qué estaba tratando de hacer exactamente?</div>
<div class="texto">
—Son las personas que me mantuvieron viva…</div>
<div style="border-bottom: dotted windowtext 3.0pt; border: none; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div class="texto" style="border: none; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;">
—¿Y tú querías vivir?—pensé la
respuesta, debería estar agradecida ¿no?, pero no me sentía de esa manera…<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=182509018434630384" name="_GoBack"></a> No pude responder nada, el chico rió ante mi silencio—Lo
sabía<br />
<br />
<br /></div>
</div>
<div class="texto">
En la terraza, una mochila abandonada, o tal vez escondida a la
sombra de una esquina atrae la atención de María, que había subido a tomar el
aire. Se acercó a ella y la abrió, estaba llena de libros y cuadernos, en el
fondo descubrió un móvil, le quedaba poca batería. Ya resultaba obvio que la
misteriosa mochila no pertenecía a alguien del orfanato, pero sospechaba cómo
había llegado allí.</div>
<div class="texto">
Revisando los bolsillos en busca de una pista de su propietario,
finalmente encontró un carnet de estudiante, leyó el nombre varias veces para
asegurarse de lo que veía. Una sonrisa llena de nostalgia cruzó su cara
mientras veía la foto del carnet.</div>
<div class="texto">
—Cómo has crecido…—dijo en voz baja, luego cogió la mochila y se
la llevó a su despacho.</div>
<div style="border-bottom: dotted windowtext 3.0pt; border: none; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div class="texto" style="border: none; mso-border-bottom-alt: dotted windowtext 3.0pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;">
Si no se equivocaba respecto a
la forma en que había llegado la mochila a la terraza, entonces no tardaría en
ser reclamada. Sobre su mesa había dos papeles, uno de ellos indicaba el
traslado de alguien desde otro orfanato, y el otro era una ficha para el nuevo
huésped, el chico de pelo castaño oscuro llamado Damian. Si lograba conseguir
suficiente información podría mantenerlo en el orfanato oficialmente. Había
pasado mucho tiempo desde la última vez que había pasado algo similar, pero
aquello era algo diferente. Deseó suerte a Ever mentalmente y siguió con su
trabajo.<br />
<br />
<br /></div>
</div>
<div class="texto">
Me presenté a las seis a la planta baja tal y como me habían
dicho, allí estaban Britta, Semine y Anneka esperando frente a la puerta de lo
que parecía un gran gimnasio, todas estaban vestidas con ropa de hacer
ejercicio. Me saludaron enérgicamente con la mano mientras sonreían, me limité
a levantar la mano, no estaba como para saludos.</div>
<div class="texto">
—¿Por qué me has seguido hasta aquí? te dije que podías irte
adonde te diera la gana—Damian rió a mi espalda</div>
<div class="texto">
—¿Y no es eso justamente lo que he hecho?—sonreí con ironía</div>
<div class="texto">
—¿Vas a jugar al perro obediente? No sabía que eras de los que
va lamiendo la mano al primero que le ofrece comida—se acercó más a mí </div>
<div class="texto">
—Si mal no recuerdo eras tú la que me seguía anoche</div>
<div class="texto">
—¿Quieres que me lo tome como una venganza o algo así?</div>
<div class="texto">
—¿Crees que lo es?—lo miré molesta, tal como sospechaba tenía
esa sonrisa burlona en la cara, quise quitársela de un golpe, pero simplemente
respiré hondo y seguí caminando hasta llegar al lado de las demás</div>
<div class="texto">
—No creo nada, simplemente ve a tu habitación o a donde sea
lejos de aquí—finalmente se notó en mi voz que estaba harta de jugar</div>
<div class="texto">
—Aún no tengo una—se acercó a más a mí y me habló al oído—me
quedaré a tu lado todo el día—habló con una voz irritantemente melosa resaltado
el “todo el día”, me aparté de él de un salto, conteniéndome de nuevo de
quitarle esa sonrisa a golpes, no sabía cuánto aguantaría aquello. Damian se
echó a reír mientras lo miraba con rabia. </div>
<div class="texto">
Me dirigí a las demás, que habían observado la escena en
silencio, sin saber a quién reclamar</div>
<div class="texto">
—¿Cómo que no tiene una?—Anneka me sonrió</div>
<div class="texto">
—Ahí está el truco, tiene que estar contigo todo el día—apreté
los puños al escuchar esa frase de nuevo, por lo que a Damian le dio otro
ataque de risa, esta vez la sonrisa de Anneka fue más prudente—si tiene un
lugar donde esconderse no tiene sentido, además él también tenía que venir</div>
<div class="texto">
Finalmente suspiré con resignación, vi a Semine tendiéndome una
camiseta y un pantalón para hacer deporte, los cogí de mala gana y entré al
gran gimnasio, Damian me siguió, al parecer también le habían dado ropa a él.
Me fui a una puerta que parecía llevar a un vestuario, mi irritante seguidor
caminó con intención de seguirme incluso hacia el vestidor, le señalé la puerta
de enfrente </div>
<div class="texto">
—Los chicos allí—me miró con inocencia fingida</div>
<div class="texto">
—¿En serio? Me dijeron que te siguiera todo el tiempo—lo miré
con frialdad, pero no dije nada, suspiré y di un portazo sin importarme si le
hacía daño, escuché una corta risa y luego se marchó.</div>
<div class="texto">
Respiré hondo una última vez y comencé a cambiarme, al salir me
encontré a Damian apoyado en la pared viendo lo que hacían los demás,
sinceramente, preferiría que estuviera todo el tiempo con esa mirada de
indiferencia, busqué con la mirada a Semine, Anneka y a Britta y me fui adonde
estaban, al pasar a su lado Damian se separó de la pared y volvió a seguirme.</div>
<div class="texto">
—¿Ahora vas a ignorarme?</div>
<div class="texto">
—Pues no es mala idea, la verdad…</div>
<div class="texto">
Llegué junto a las tres chicas, ahora que me fijaba, en aquel
lugar había pequeños grupos haciendo cosas distintas. Veía sacos de boxeo,
instrumentos de gimnasia, balones, cada grupo ejercitaba algo distinto. Anneka
habló</div>
<div class="texto">
—Como veis aquí hacen un poco de todo, nos enseñan cualquier cosa
que nos pueda hacer más dependientes—señaló un grupo de chicos que se pasaban
varios balones—ellos están aprendiendo a captar su entorno y comunicarse de
distintas maneras para coordinarse con los demás, allí están aquellos que no
pueden ver, oír o hablar—señaló otro grupo que caminaba por encima de algunos
bancos, colocados con una separación de un paso, pasaban de uno a otro, se
agachaban, se sentaban, luego apoyaban la cabeza en el banco y volvían a
levantarse—allí están los que no pueden ver, es un ejercicio de equilibrio,
pero les ayuda a mantenerse aunque no puedan sentir bien su apoyo—señaló otro
grupo que jugaba un partido de baloncesto a un lado, pero todos llevaban
silbatos en la boca y de vez en cuando hacían señas con las manos a los
demás—puede que los mudos, no hablen, pero pueden soplar, así pueden
coordinarse, y hacen ciertas señales para comunicarse con los sordos que están
en su equipo—finalmente señaló un saco de boxeo que teníamos al lado—nosotros
aprendemos cómo administrar nuestra fuerza para hacerla más eficaz, por
ejemplo—esta vez intervino Semine</div>
<div class="texto">
—Aquí ayudan a los que les falta algún sentido a hacer las cosas
de una forma alternativa para que eso no les impida vivir normalmente, y
aquellos que tienen todos sus sentidos aprenden a manejarlos mejor—observé mejor los grupos,
todos estaban dirigidos por algún profesor, que supervisaba los ágiles
movimientos de los alumnos.</div>
<div class="texto">
Después de realizar pruebas físicas para averiguar en qué
necesitábamos ejercitar, volvimos a nuestras habitaciones. Tuve que acompañar a
Damian a la suya antes de volver a la mía. Al entrar cogí un poco de ropa y una
toalla y fui a las duchas de la planta baja, había otras chicas duchándose
también, me desvestí y puse mis cosas en un banco que había al lado de las duchas.
El agua alivió un poco la rabia que me quemaba por dentro, pero no logró
eliminarla. </div>
<div class="texto">
Cerré la pila del agua y me dirigí al banco aun chorreando. Cogí
la toalla empecé a secarme, a mi alrededor varias chicas se vestían mientras
hablaban despreocupadamente. Recuerdo que al principio me sentía incómoda con
aquella falta de intimidad, pero después me di cuenta de que en realidad yo era
invisible a todas ellas, así que no tenía sentido ocultarme de nadie. Metí la
ropa sucia en una bolsa de tela y salí al pasillo de nuevo aún secando mi pelo
con la toalla.</div>
<div class="texto">
En la misma planta estaban la lavandería y el gimnasio. Semine
aún seguía en el gimnasio, así que decidí asomarme antes de ir a la lavandería.
Estaba jugando baloncesto con un gesto de profunda concentración, me apoyé en
el marco de la puerta y la observé con interés, a diferencia de cómo la veía
normalmente, tenía los ojos cerrados, supuse que para centrarse mejor. Anneka
también seguía en el gimnasio, pero ya estaba recogiendo el equipo, al verme se
acercó a donde estaba y miró a Semine sonriendo con admiración</div>
<div class="texto">
—Increíble ¿verdad?—dirigí mi vista hacia a Anneka para escuchar
lo que decía, me sonrió—¿Sabes cómo lo hace?—negué con la cabeza—Te lo
explicaré. Puede jugar baloncesto porque escucha el balón en todo momento, ya
que tienes que hacer que rebote en el suelo mientras te mueves, puede saber la
posición del balón en todo momento, además por el roce del suelo con el zapato
saben la posición de los jugadores a su alrededor.</div>
<div class="texto">
—Y ¿cómo bloquean un balón?</div>
<div class="texto">
—Bueno, no pueden verlo, pero tienen cierta intuición para saber
desde donde puede venir un balón e intentar pararlo. De todas formas en cada
equipo hay también personas que pueden ver y orientan un poco, cada equipo
silba de una forma distinta y así indica un pase o una dirección.—miré a Semine
un rato más con interés, parecía realmente concentrada en lo que hacía, supuse
que tendría también que aislar los sonidos provenientes de aquellos que estaban
fuera del partido.—Tengo que seguir recogiendo, hasta mañana</div>
<div class="texto">
—Hasta mañana—respondí sin mirarla.</div>
<div class="texto">
Suspiré y fui a la lavandería, era un sitio enorme con un montón
de lavaderos para lavar la ropa a mano, al lado de la puerta había una mesa con
numerosas barras de jabón unas más gastadas que otras, en la pared había un perchero
enorme del que colgaban varias bolsas de tela de otros habitantes del orfanato.
Cada bolsa tenía marcado el nombre de su propietario, algunos lo habían
bordado, otros lo habían pintado, otros habían usado rotuladores, cada uno
elegía como hacerlo. La mía tenía el nombre bordado por Semine, que se había
ofrecido a hacerlo el día que empezamos a compartir habitación. Colgué mi bolsa
en el perchero y volví a la habitación. Me metí en la cama y me arropé, pero no
cerré los ojos, me quedé mirando el movimiento de las cortinas amarillentas,
que se mecían suavemente por el viento que entraba por la ventana.</div>
<br />
<div class="texto">
Dirigí la vista hacia el pequeño reloj posado sobre la mesa,
pude distinguir las agujas brillar con la luz de la luna: eran las doce. Hacía
exactamente un año, mi padre, mi madre y mi hermano viajaban por la autopista
cuando ocurrió el accidente que les costó la vida.</div>
</div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-18388906152760091162013-04-16T13:03:00.001-07:002013-04-16T13:03:56.553-07:00Capítulo 1: Aceptación<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Después de lo que ocurrió estuve casi dos meses
viviendo ausente, hacía exactamente lo mismo día tras día. No recordaba
siquiera como había llegado hasta ese lugar,
por qué todos estaban tan felices, o por qué me vigilaban de cerca.
Supongo que es a eso a lo que llaman “estar en shock”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Más tarde empecé a odiar aquel lugar, todo en él me
daban náuseas, el hecho de que rieran con tanta felicidad era tan irritante que
no podía siquiera mirarlos, y aun así, todos los días a la misma hora acudía al
mismo lugar para ver a los niños jugando, sigo sin saber por qué lo hacía, pero
había algo en aquellas risas y cantos infantiles que me hipnotizaba y me
llenaba de buenos recuerdos, sin embargo aquello sólo era peor, porque hacía
que me odiara más a mí misma. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Un día se acercó a mí una chica y se sentó a mi
lado, pero no me miró, se quedó allí dirigiendo la mirada hacia los niños igual
que yo, no le presté atención, no me interesaba hablar con nadie, sin embargo,
ella no pareció darse cuenta de ello<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Cuánto tiempo piensas seguir torturándote así?—me
giré hacia la chica<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué?—siguió sin mirarme<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué consigues haciendo esto día tras día?—seguí
mirándola, pero no respondí aquella pregunta, estaba algo confundida, hacía
mucho que no hablaba con nadie pero
sabía muy bien que esa forma de empezar una conversación no era normal<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Dónde quedó eso de las presentaciones y los
saludos?—me miró extrañada<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿No te enteraste? Las normas de cortesía oficiales
fueron cambiadas, ahora no hace falta nada de eso, debemos ir al grano, ya que
aburrir al oyente sería de mala educación—¿normas oficiales de corte…? Me está
tomando el pelo…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Eh?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Bueno, supongo que como has estado ausente tanto
tiempo no te habrás enterado…—una sonrisa empezó a cruzar su cara, me sacaba de
quicio. Me levanté del suelo para irme—Esta bien, espera, no te vayas—la chica
dio manotazos al aire hasta que logró cogerme el brazo, la miré sin saber qué
pensar, sobre todo porque no había movido el brazo, por lo que podía cogerlo
perfectamente. Le hablé irritada<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—¿Qué tienes? ¿Acaso estás ciega?—me soltó el brazo,
levantó la vista, retiró el flequillo que le cubría parte de los ojos y me
sonrió mientras contestaba con sencillez<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Sí—dejé de resistirme y me giré hacia ella de
nuevo, sus ojos eran de un color gris claro y no tenían pupila. Dejó caer el
flequillo sobre sus ojos de nuevo y dio unas palmaditas en el suelo que había a
su lado, me senté de nuevo junto a la chica y esta se giró hacia los niños otra
vez, me sentía culpable por mi falta de delicadeza e incómoda con aquella
situación, rió al darse cuenta de esto—no te sientas mal por ello, no hace
falta ser delicado con eso, son cosas que pasan.—suspiró y habló en un tono más
serio—Estamos en un orfanato, uno de los ejemplos más claros de la intolerancia
que inculca la sociedad en las personas, si miras a tu alrededor, puedes darte
cuenta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Miré aquel espacio y caí en lo que quería decirme, ella no era la
única, pude ver a otros niños que también eran ciegos, otros que hablaban en
lenguaje de signos, algunos con síndrome de Down…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">La chica volvió a hablar fingiendo un tono de
profesionalidad<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">—Muy bien, según la norma de cortesía antes citada
de no aburrir al interlocutor, debo dejar de hablar de temas serios.—habló más
alegremente— Soy Semine<a href="file:///C:/Users/Carlos/Documents/Mariana/La%20sombra%20del%20recuerdo%202.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> por cierto, encantada—por un momento me olvidé
de mi rabia y dejé escapar una pequeña sonrisa al escuchar su broma, ella me
hacía sentir bien de alguna manera, incluso me atrevería a decir que… me
agradaba en cierto modo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Y así, fue como empezó mi vida de nuevo, en algún
lugar de Europa, lejos de mi antiguo hogar…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-family: inherit;"><br clear="all" />
</span><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="font-family: inherit;"><a href="file:///C:/Users/Carlos/Documents/Mariana/La%20sombra%20del%20recuerdo%202.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span style="font-size: x-small;"><b>Semine:</b>
nombre danés que significa “diosa del sol, la luna y las estrellas”</span></span><o:p></o:p></div>
</div>
</div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-80578449808051309102013-04-16T13:03:00.000-07:002013-04-16T13:03:38.843-07:00Capítulo 3: Imposible verdad<br />
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Me levanté con el mismo ánimo de todas las mañanas, con una
imagen extraña en la cabeza que se iría de nuevo al cabo de unos minutos.
Escuchaba la voz de Semine intentando despertarme, respiré hondo y me senté
mientras me frotaba los ojos, todas las mañanas ocurría exactamente lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Caminaba hacia el tubo donde estaba colgada nuestra ropa y
maldecía una y otra vez a mi corazón por seguir latiendo. Me vestía y salíamos
con la mochila a la espalda, íbamos a los baños y esperábamos entre la multitud
para poder hacer nuestro aseo personal e íbamos al comedor para desayunar. Una
vez allí cogíamos una bandeja y nos poníamos en la cola a esperar que nos
sirvieran el desayuno. Cada día igual, con el mismo pensamiento todo el tiempo.
Suspiré<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué ocurre? Normalmente te esfuerzas más por aparentar que
estás bien, pero hoy no has dicho una sola palabra—miré a Semine, había
olvidado lo receptiva que era mi compañera<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—No me pasa nada, sólo tengo sueño—me devolvió la mirada a
través de ese flequillo que cubría casi por completo sus ojos<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Si acumulas aquello que te preocupa dentro de ti terminarás
colapsando. No digo que me lo cuentes, o que se lo cuentes a otro, hay muchas
formar de descargar los sentimientos—suspiré de nuevo<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Mi madre decía lo mismo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Bajo ese aspecto adorable que la hacía ver frágil, Semine
escondía un gran conocimiento y tenía una presencia que irradiaba tranquilidad.
Era un poco más pequeña que yo, tenía el pelo largo cubriéndole la espalda,
totalmente liso y tan negro que la luz le arrancaba destellos azules; sus
rasgos eran suaves, como los de una muñeca y siempre tenía una mirada serena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Por fin tuvimos nuestro desayuno y llevamos nuestras bandejas a
la mesa donde vimos a Anneka y a Britta. Nos sentamos junto a ellas y empezó
aquella extraña dinámica de conversación donde se necesitaba un intermediario
entre Semine y Britta, ya que era muda. Britta normalmente hablaba con lenguaje
de signos, pero obviamente Semine no podía verlo, así que Anneka tenía que
hacer de intermediaria entre ellas. Todos los días me sentaba junto a ellas
ajena a su conversación mientras las observaba, la escena resultaba graciosa,
cualquiera diría que una relación con tantos obstáculos no podría llegar a
mucho, pero aquí la lógica no tenía ningún valor, ya que todo lo que creías se
convertía en algo sin sentido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Anneka era un año mayor que nosotros, pero estaba en nuestra
clase. Tenía el pelo castaño claro y corto ligeramente ondulado en las puntas,
sus ojos eran color miel y era un tanto hiperactiva. Britta era tranquila pero
alegre, su pelo era ondulado y rubio hasta la cintura y tenía unos grandes ojos
azules.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">La hora de desayuno terminó y nos fuimos al salón de clases. No
me entusiasmaba mucho estar seis horas sentada escuchando lo que dicen son conocimientos
útiles para el futuro rodeada de todas esas personas extrañas. A excepción de
Semine, todos los demás seguían poniéndome nerviosa. Escuché que una voz se
dirigía a mí<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Podrías seguir leyendo el texto?—miré el libro intentando
encontrar la línea, pero la verdad es que no sabía ni de qué estaban hablando.
Semine me señaló una palabra en el texto, desde la que empecé a leer—Gracias<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">De nuevo me aislé de lo que pasaba a mi alrededor y me sumergí
en mis pensamientos, Semine a mi lado me toco el hombro<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Estas más distraída de lo normal, cualquiera puede darse cuenta—la
miré sin comprender por qué decía eso ahora—Al menos has como si te importase esto—suspiré,
tenía razón, pero no tenía fuerzas para fingir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Las clases pasaron lentamente, mientras sentía las miradas
furtivas de Semine, que parecía preocupada por mí. Por fin la campana de la
última hora sonó y me sentí aliviada, hasta que recordé que tenía que ir a ver
a la directora, dí un bufido. Bajamos al comedor con Britta y Anneka y nos
pusimos en la cola con nuestras bandejas, Anneka se dirigió a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Oye, ¿te pasa algo? Estas rara…—suspiré no tenía ganas de
hablar, le dediqué una sonrisa mal fingida y volví a mis pensamientos ¡¿que si
me pasa algo?! Vaya pregunta…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Es mejor no molestarla mucho ahora—escuché la voz de Semine
dirigiéndose a Anneka.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Me adelanté en la fila ajena a su conversación y me llevé la
comida a la azotea, no soportaba un minuto más dentro. Me desplomé en el suelo,
dejé la comida a un lado y me encogí sobre mí misma. Comencé a sentir pequeñas
contracciones en mi estómago y un nudo en la garganta, quería llorar, cerré los
ojos e intenté respirar hondo para calmarme, pero el dolor que sentía en el
pecho era muy grande. Casi un año…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">En ese momento apareció Semine por la puerta y se sentó a mi
lado, hablando tan calmadamente como siempre<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué pasa? ¿Vas a dejar de comer otra vez? Vamos, come algo,
sabes que no te hará bien ni a ti ni a nadie…—yo me encogí aún más, no quería,
escuchar, ver o decir nada, solo quería dejar de escuchar un corazón latiendo
dentro de mi pecho, quería que desapareciera, que la pesadilla terminara.
Semine me puso una mano sobre la cabeza y apoyó la suya sobre mi hombro—¿Sabes
qué? Si quieres llorar llora, si quieres reír ríe, si quieres enfadarte
enfádate. Las emociones son gratis después de todo, pero si las contienes
terminan consumiéndote desde adentro y antes de darte cuenta te has vuelto en
una persona triste y solitaria, porque la tristeza es un estupefaciente, no te
das cuenta de lo que pasa a tu alrededor, y los que te rodean comienzan a
alejarse lentamente—había algo en la presencia de Semine que hacía que el aire
pareciera más ligero, respiré hondo una vez más e intenté calmarme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Levanté un poco la cabeza y Semine hizo lo mismo mientras
quitaba su mano de la mía, se levantó del suelo y me tendió una mano mientras
sonreía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Vamos, creo recordar que tienes una cita ahora—suspiré al
recordarlo, no tenía ganas de ir a hablar con una loca—Iré contigo si te
consuela un poco<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Gracias…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Bajamos las escaleras hasta llegar al despacho de María, había
una pequeña sala de espera con dos bancos del ancho de la pared de cada lado,
en la derecha había un gran ventanal y en la izquierda la pared tenía algunas
fotos colgadas. Entramos y Semine dio golpes en la puerta<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Se puede?—una voz se escuchó desde dentro<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Claro, pasa—Semine me indicó con la mano que entrara, empujé la
puerta y entré al despacho de María—Hola, ¿Qué tal estás hoy?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Bien… gracias—no sabía muy bien qué decir, ni siquiera sabía
por qué estaba allí<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Ven, siéntate—hice lo que me decía mientras ella rellenaba
algunos papeles. Retiró las gafas de su nariz y me miró sonriendo dejando a un
lado los papeles.—¿Por qué me miras así, no querías preguntar algo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—N-n-no… me dijo que viniera a verla y vine—estaba nerviosa por
alguna razón, y algo impaciente<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Veo que tu humor ha mejorado un poco, pero sigues buscando
respuesta a esa pregunta<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué pregunta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Para qué sirvo?—la miré por un momento sin creer lo que oía,
la primera vez que la vi había dicho lo mismo, como si ella pudiera saber la
respuesta a una pregunta así—Te dije que vinieras porque tal vez pueda
responder a esa pregunta—seguí con la vista fija en ella intentando pensar lo
que me decía, pero era imposible que ella supiera algo como eso<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Nadie puede hacer tal cosa…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno, admito que hay que tener mucha fe para creerlo—me sonrió
y me miró fijamente— ¿te queda algo de eso?—no fui capaz de responder a esa
pregunta<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué más da?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Quieres saber algo interesante? El ser humano no puede vivir
sin un mínimo de fe en algo, porque no creer en algo le frustra y le lleva a
rendirse<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Con rendirse se refiere a…?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Morir, sí—me eché un poco para atrás en la silla al oír la
frialdad con que había dicho esas palabras—lo siento, no quise ser tan ruda. Siguiendo
con el tema anterior, seré directa con esto, eres un ángel—me quedé callada por
un momento intentando pensar en qué sentido había dicho eso último<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Eh… ¿A qué se refiere con eso?—ignoró mi pregunta y siguió
hablando con la mirada perdida en algún lugar<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Desde que sabemos, la humanidad ha creído en criaturas mágicas
que los ayudan a superar ciertas situaciones—me miró de nuevo—claro que
seguramente sean producto de un sueño o algo parecido, el hecho es que los han
ayudado. A eso es a lo que llamo ángeles, básicamente<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Pero que yo sepa no soy ningún espíritu <o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Los niños que viven aquí ahora han pasado como tú por una
situación difícil y buscaron una razón para seguir adelante. Verás, ellos
tienen ciertas habilidades que los hacen especiales, puedes verlo en su mirada,
todos ellos son ángeles. Según la tradición, un ángel vive dentro de ellos y
tienen una persona en algún lugar a la que deben ayudar—no pude decir una
palabra. María me miró sonriendo calmadamente—¿te resulta familiar esta
historia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Mi abuela me contaba cosas parecidas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, las historias de tu familia son fascinantes—se me cortó la
respiración al escuchar sus palabras<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Conoce a mi familia? <o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Tu abuela viajó mucho y conoció a mucha gente, tuve el
privilegio de conocerla en uno de sus viajes. El ángel que está contigo ahora
ha estado muchísimo tiempo en tu familia<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué le hace pensar que está conmigo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Has visto y sentido ciertas cosas a lo largo de tu vida ¿no es
cierto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Cómo…?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Puedo verlo en tu mirada percibes el mundo de una forma algo
diferente ¿no es cierto? Sientes cosas que las personas normalmente ignoran y
tu forma de pensar es totalmente diferente—desvié la mirada intentando pensar
en todo aquello<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Puede que sea cierto, pero eso no prueba nada, simplemente soy
algo diferente—sonrió<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—No hace falta que lo pienses ahora, es normal que no lo creas
ahora, es posible que no lo creas nunca, depende de ti si el ángel es un
espíritu o sólo una metáfora—volvió a hablar con un tono despreocupado—
deberías irte ya, supongo que tienes cosas que hacer. Ven a verme siempre que
quieras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Gracias—no sabía realmente qué decir después de una charla tan
extraña, pero sentía que ella no necesitaba palabras. Sin más me levanté y me
dirigí a la salida y abrí la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Semine seguía afuera, se había quedado dormida con la cabeza
apoyada en la pared. Sentí algo de envidia por poder dormir tan pacíficamente.
Le sacudí un poco el hombro y ella abrió los ojos lentamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Ya te lo ha dicho?— me miró aún medio dormida y frotándose un
ojo. La miré enarcando una ceja<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Era eso lo que te emocionaba tanto que me dijera?— me sonrió
entusiasmada<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, ¿no es fantástico?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, de hecho es demasiado fantástico—se puso algo más seria y
habló extrañada<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿No te lo crees?—¿acaso era posible creer eso de verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Es bastante difícil de creer…—soltó una pequeña risa<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Eso no te lo niego… —salimos al pasillo y ella se
despidió—Tengo algo que hacer, nos vemos en la habitación más tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Me quedé parada un rato en el lugar viendo como desaparecía su
cabeza en las escaleras, pensando sobre demasiadas cosas a la vez. Decidí subir
a la azotea y olvidarme del mundo por un rato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Afuera soplaba una brisa fría, perfecto para hacer que mi cabeza
dejara de funcionar, así pensaría más en el frío que otra cosa. Me senté en el
suelo abrazándome las piernas y me recosté en la pared. Decidí ponerme la
capucha cuando dejaba de sentir la cara y enterré las manos entre mis piernas y
mi estómago para calentarlas. Cerré los ojos lentamente encogida en aquel
rincón de la azotea y dejé la mente en blanco.</span><o:p></o:p></div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-50176514562582098202013-04-16T12:59:00.000-07:002013-04-16T12:59:38.336-07:00Capítulo 2: Un nuevo amanecer<br />
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Los días siguientes de conocer a Semine, vino a donde estaba a
hablar conmigo, sobre cualquier cosa, aunque parecía más un monólogo. Venía
siempre al mismo lugar y a la misma hora, me recordaba al principito
domesticando al zorro. Poco a poco comencé a confiar en ella y la tensión entre
nosotras fue desapareciendo, pero yo aún no tenía ganas de hablar. En ese
tiempo ella me presentó dos amigas suyas: Anneka<a href="file:///C:/Users/Carlos/Documents/Mariana/La%20sombra%20del%20recuerdo%202.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> y
Britta<a href="file:///C:/Users/Carlos/Documents/Mariana/La%20sombra%20del%20recuerdo%202.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Pasado más o menos un mes me trasladaron a la habitación de
Semine, donde fuimos entendiéndonos mejor y fui recuperándome lentamente. Me
reincorporé a clases y los supervisores que antes parecían tan preocupados por
mí se relajaron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">En un esfuerzo por alejar de mi cabeza los pensamientos que me
atormentaban, empecé a explorar el que sería mi nuevo hogar, quizás por los
próximos cinco años. Busqué un lugar donde pudiera respirar sin sentirme
culpable, un lugar donde cada latido no me desgarrara el pecho, algún lugar que
me hiciera olvidar por un momento que estaba viviendo injustamente, algo que me
diera una respuesta. Fue entonces cuando subí por primera vez a la azotea, a
simple vista no tenía nada de especial, era un suelo de hormigón rodeado por un
valla metálica, pero la brisa soplaba suavemente y se escuchaban las hojas de
los árboles sacudiéndose. El aire frío calmaba un poco mi interior y podía
pensar más claramente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Tomé aire y me asomé a un lado de la azotea, se veía el patio,
me moví hacia otro lado de la azotea, y observé la calle, tenía árboles a los
lados y pasaban algunos coches de vez en cuando. Me quedé allí un rato más
observando los árboles mientras se mecían. Ese lugar tenía algo que me ayudaba
a relajarme, tal vez fuera por el aire<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Los lugares altos nos ayudan a pensar…¿Pero tú no has venido a
pensar, cierto?—di un brinco del susto, la persona a mi lado rió—lo siento, no
quería asustarte— había una mujer a mi izquierda, ni siquiera la había
escuchado llegar<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Nos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Dicen que por nuestra naturaleza preferimos los lugares altos,
tal vez para estar más cerca del cielo—rió— aunque no se puede estar más cerca
del cielo, realmente ya lo estás tocando, porque el cielo no empieza o termina,
sólo es aire—levantó la vista—Es increíble lo aguafiestas que es la ciencia ¿no
crees?—la miré sin comprender, ella me devolvió la mirada muy seria—Lo que
quieres es una respuesta<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿A qué exactamente?— me miró sonriendo tiernamente<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Al propósito de tu vida “¿qué demonios hago viviendo?”, ¿no es
cierto? — estaba confundida, ¿cómo podía saber lo que pensaba?—soy María, la
directora— al parecer aquí las presentaciones las dejaban para el final, cuando
ya estabas tan confundido que no sabías ni cual era tu nombre, tal vez las
reglas de cortesía sí habían cambiado… No, espera, ¿qué? Semine dijo que era
una broma, además no tendría sentido…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">María se dio la vuelta y caminó hacia la salida<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¡Espera! ¿cómo…?—me interrumpió mientras sonreía de nuevo<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Todas las respuestas que buscas están en tu interior, escucha
lo que la vida quiere decirte<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Eh? pero…— me interrumpió de nuevo mientras ponía cara de
sorpresa al mirar su reloj<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¡Vaya! Lo siento, se ha acabado el horario de oficina, pero
puedes venir mañana a mi despacho<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué? ¡Eso no tiene nada que ver! Además—volvió a interrumpirme<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Lo siento, debo irme, sólo vine a conocerte—no me molesté en
volver a hablar y María salió de la azotea<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Pegué un bufido, al parecer aquí todos tenían un tornillo suelto, me prometí a mí misma no
esperar una respuesta a mis preguntas por parte de ellos. Suspiré y bajé a mi
habitación, estaba cansada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">Allí estaba Semine, que me recibió igual de alegre que siempre,
al parecer estaba leyendo un libro, sí, una ciega leyendo un libro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Por qué ese mal humor?—cerré la puerta<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Qué mal humor?— apartó la mano del libro y lo dejó sobre la
mesita<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Ese mal humor—¿pero qué…? ¡era una ciega!, ¡no podía verme la
cara! respiré hondo—es tan malo que lo siento hasta aquí, vamos, cuéntame qué
te pasa, pensé que solo estabas dando un paseo<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Eh… ven, mejor vamos a buscar ese tornillo tuyo, a lo mejor
encontramos también los de los demás—rió y bajó de la litera<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Si intentas razonar tanto con la cabeza no podrás entender
muchas cosas, deber sentir tu entorno<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Claro, bueno, supongo que todos sois iguales—ella sonrió como
si hubiera hecho el descubrimiento del siglo<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¡Has conocido a María!<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Ah, sí, ¿de verdad es la directora?, es algo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Sí, es un poco especial…—se sobresaltó—¡Pero en buen sentido!,
en realidad hace muy bien su trabajo<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Si tu lo dices… Mañana tengo que ir a verla de todos
modos—pareció emocionarse de repente<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿De verdad? ¡Eso es muy bueno! ¡Por fin va a decírtelo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Es un infierno, espera, ¿decirme qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—¿Eh? Nada…—suspiré, suficientes incoherencias por hoy<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Bueno yo me voy a dormir—rió<o:p></o:p></span></div>
<div class="texto">
<span style="font-family: inherit;">—Buenas noches…</span><o:p></o:p></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="file:///C:/Users/Carlos/Documents/Mariana/La%20sombra%20del%20recuerdo%202.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Equivalente en danés de Ana<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="file:///C:/Users/Carlos/Documents/Mariana/La%20sombra%20del%20recuerdo%202.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> Nombre
danés que significa “fuerte, resistente”</span><o:p></o:p></div>
</div>
</div>
Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-182509018434630384.post-58064083670914946872013-04-16T12:40:00.000-07:002013-04-16T13:16:52.953-07:00Prólogo<br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Ahora mismo podría decir muchas cosas acerca de mis
padres y mi hermano, sin embargo me
limitaré a contar los hechos de la forma más objetiva que pueda. En primer
lugar, diré que no me llevaba especialmente mal con mis padres, los quería
mucho, pero no tanto como se merecían.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi padre era una persona que cuidaba cada pequeño
detalle y siempre seguía las normas, sin embargo, mi egoísmo hizo que quisiera
enfadarlo justo en ese momento, en ese preciso instante. Aquel día comprendí
por qué se insiste tanto en no consumir alcohol ni hablar por teléfono cuando
se conduce, ya que la llamada “Ley de Murphy” puede ser muy cruel en algunos
casos.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cada vez que pienso en ellos siempre me pregunto lo
mismo “¿en qué estaría pensando para hablar así…?”. Realmente la figura de los
padres es algo muy menospreciado, personas que además de darte la vida te
entregan la suya. Resulta irónico que piense así ahora que ya es tarde, pero,
eso es lo gracioso de la naturaleza humana, no te encaprichas de algo hasta que
ya lo has perdido.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Por mucho tiempo me pregunté por qué me había pasado
esto a mí, aunque en el fondo ya sabía la respuesta, pero si ya es
extremadamente difícil aceptar que tienes la culpa de algo, es aun más difícil
cuando tienes la culpa de todo. El hecho de que se juntaran el alcohol y la
distracción en un misma vía justo en ese momento se puede llamar destino,
karma, mala suerte, voluntad divina, casualidad o accidente… El hecho es que
contesté el teléfono y me dejé llevar por mi egoísmo en el momento y lugar
equivocados, así que, de hecho, yo los maté.</span></span>Everhttp://www.blogger.com/profile/12206189085031563445noreply@blogger.com0